miércoles, 1 de mayo de 2013

Ser emprendedor o emprender para comer


En los últimos meses escuchamos constantemente que los emprendedores son la savia de la Sociedad y que el Gobierno va a ayudarles a arrancar sus negocios porque son lo que España necesita.

Si bien es cierto que el país necesita emprendedores, me permito levantar un momentito la mano para preguntar al profesor. ¿Qué es un emprendedor?

La RAE dice, Emprendedor, Adj. Que emprende con resolución acciones dificultosas o azarosas.

Me ahorraré el sarcasmo que me suscitan las tres últimas palabras. Todos entendemos que - en este contexto - emprendedor es aquel que inicia una actividad económica por su cuenta frente al que decide vivir de un sueldo pagado por un tercero.

El Gobierno sólo persigue acortar la lista de desempleados y obtener una fuente de ingresos. Por eso promueve ahora este tipo de auto-empleados. Pero la gente buena tiene otros motivos. Algunas opciones que me vienen a la cabeza:

1. Por iniciativa personal. Quiere establecer un nuevo modelo de negocio, un nuevo producto o una variante de modelos o productos ya existentes o abrir brecha en un mercado que aún no goza de determinados servicios o productos. Esto es: para realizarse como personas en el campo laboral. No todo el mundo tiene ese impulso. Ni tiene por qué tenerlo, desde luego.

2. Por afán de lucro. Trabajadores por cuenta ajena que está dispuesta a asumir una carga adicional de trabajo para ganar más. Todos hemos pensado al ver a nuestro jefe que nosotros lo haríamos mejor.

3. Para comer. Muchos ciudadanos se ven en una difícil situación y no creen que, por su perfil, puedan ser contratados por terceras empresas.

Los del segundo grupo se las verán y desearán para funcionar igual de bien que su jefe pero, seguramente, habrán esperado al mejor momento para arrancar a andar solos, quizá tengan contactos o aspiren a robarle la cartera de clientes a su malvado empleador.

Los emprendedores del tercer grupo están jodidos.


No quiero decir que el auto-empleo sea algo malo. Todo lo contrario. Quiero decir que la mayoría de estos emprendedores tienen una hipoteca que pagar, quizá hijos, y algún ahorrillo pero no mucho dinero. Vamos que o tienen una idea magistral o en breve estarán otra vez en la cola de la oficina del INEM. Y ahora sin prestación por desempleo.

Y no digo esto para cortar las alas a nadie. Quisiera invitar a la reflexión de quien desea emprender una actividad ya como autónomo ya arrancando una Sociedad Limitada, solo o en compañía.

- ¿Soy consciente de lo que supone gestionar un negocio?

- ¿Qué capital necesito para arrancar y cuánto puede tardar en dar frutos esa inversión?

- ¿Qué capital necesitaré para vivir cada día antes de que mi negocio empiece a ser rentable?

- ¿Qué clientela potencial tengo? ¿Hay cabida para mi negocio?

- Si hay competencia, ¿qué me diferencia?

- ¿Conozco la legislación vigente que afecta a mi negocio?
Municipal
Industrial
Sanidad
Laboral

- ¿Merece la pena/estoy dispuesto al sacrificio o sólo hago esto para pasar el bache?

- Caso de necesitar contratar a terceros (directamente o contratando servicios de otros autónomos o empresas), ¿seré feliz siendo el responsable último del trabajo de otros?

Si después de responder en voz alta sigues interesado… eres un emprendedor.

Caso contrario, búscate un trabajo. Ser asalariado no es un desprestigio y la Sociedad necesita emprendedores y trabajadores por cuenta ajena. No permitamos que la necesidad de un Gobierno - o el estado personal de desesperación - dicte nuestras decisiones.

Si no quieres emprender debes emigrar, cambiar de área de trabajo, arriesgar en otros ámbitos… Toda una aventura en sí mismo; no más difícil ni más fácil que emprender un negocio.

Si eres de los que creen que merece la pena, quizá te interese seguir visitándonos. Entre todos esperemos ayudarnos un poco en esta senda angosta y peligrosa.

Bienvenidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario