lunes, 3 de febrero de 2014

Ante un gran pedido ¡Cuidado!

Siguiendo un poco el hilo conductor de la anterior entrada, quiero hablar de dos problemas que pueden poner en aprieto a vuestra empresa: hacer frente a una demanda de producto o servicio más fuerte de lo habitual en un momento puntual y/o incrementar mucho la plantilla (esto puede derivarse de lo primero).

Hacer frente a una demanda fuerte puntual

A todos se nos han salido los ojos de las órbitas ante la posibilidad de conseguir un contrato jugoso. Vender mil magdalenas de golpe, pintar doce edificios a la vez, hacer doce estudios de mercado, diseñar la campaña publicidad de 2014 de esa empresa deportiva tan importante.

Y claro, estamos aquí para triunfar. Pero cabe mantener los pies en la tierra y pensar:

  • ¿Podré seguir trabajando con mis otros clientes al nivel y al ritmo al que los hemos acostumbrado?

  • Siendo realista, ¿supone este trabajo/cliente una inversión en material, equipo, maquinarias, etc que podré rentabilizar a futuro? ¡Cuidado con las promesas de pedidos futuros!

  • ¿Podemos asumir las condiciones de pago? Debemos hablar con todos nuestros proveedores y hacerles partícipes de nuestra aventura para que vayan a nuestro lado en todo el proceso. Suavizará problemas, si los hay, y podemos obtener importantes aliados para otras batallas.

  • ¿Hay posibilidades reales de trabajar a futuro con ese mismo cliente? Muchos nos prometen futuras compras para ajustar márgenes pero no todos lo tienen en la cabeza. Sí hay gente que falta a la verdad: asumidlo. ¡Uy!, he repetido esto dos veces…

Tanto va el cantaro a la fuente…
Medid bien vuestras fuerzas antes de embarcaros en cualquier negocio.


Incrementar la plantilla

Ya hemos comentado este punto en anteriores entradas, pero merece la pena volver a comentarlo.

  • ¿Debemos ampliar plantilla o podemos contar con autónomos especializados? Minimizamos posibles errores –por tratarse de equipos con experiencia- y, sobretodo, su impacto económico –ya que se suele contratar por trabajo acabado y no por jornales-.

  • Debemos calcular muy bien todas las indemnizaciones por fin de contrato. No es malgastar tiempo pasarse por el gestor y que nos haga cuatro números gordos antes de cerrar una oferta con el posible cliente.

  • Debemos tener en cuenta que cuanta más gente tengamos, más difícil es tener el control y más problemas surgirán.

    Las grandes plantillas son sinónimo de menor efectividad individual: las dudas se resuelven más despacio, debemos explicar un mismo concepto en más ocasiones, hay más posibilidad de error, mayor rotación de gente, bajas, etc.
    El autónomo que trabaja codo con codo con uno o dos empleados siempre obtendrá mayor rendimiento que el que tiene varios grupos en diferentes puntos por todo lo expuesto en el párrafo anterior.

Y poquito más, ojalá pueda evitaros alguna magulladura...
¡Espero poder conocer vuestras experiencias al respecto!